Espasticidad

La espasticidad es un trastorno neurológico que se caracteriza por un aumento del tono muscular normal que provoca rigidez en las articulaciones, con limitación al movimiento pasivo de las mismas. Se pueden asociar espasmos musculares, contracturas permanentes de los músculos, y en los casos más graves incluso deformidad en las articulaciones. Es un trastorno que puede ser muy limitante y afectar de forma muy negativa a la calidad de vida de los pacientes. 

La espasticidad puede aparecer en múltiples enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, las lesiones medulares traumáticas, enfermedades metabólicas o la parálisis cerebral infantil entre otras.

La parálisis cerebral infantil es un término genérico que engloba a síndromes con afectación motora no progresiva, secundarios a lesiones o anomalías cerebrales que habitualmente se producen en etapas tempranas del desarrollo. Un síntoma habitual en la parálisis cerebral infantil es la espasticidad, que puede ser desde leve, con afectación de un único miembro a grave con afectación de las cuatro extremidades (tetraparesia espástica). Estos casos graves se asocian a una dependencia severa y son niños que precisan cuidados constantes. Además, la gran espasticidad que presentan conduce a una deformidad progresiva de articulaciones que son causa de dolor y que dificultan los cuidados del día a día.

El tratamiento inicial y habitual en la espasticidad es la medicación oral con fármacos como el baclofeno que consiguen un buen control sintomático en muchos pacientes. Sin embargo, si se necesitan altas dosis de medicación pueden aparecer efectos secundarios que limiten la efectividad del tratamiento. En estos casos se pueden valorar opciones de tratamiento quirúrgico de la espasticidad, siendo las opciones principales el implante de bombas de infusión intratecal de baclofeno y las cirugías ablativas (lesión quirúrgica de nervios) como la rizotomía dorsal selectiva.

Las bombas de infusión intratecal de baclofeno son dispositivos que inyectan directamente el fármaco en el compartimento donde se aloja la médula espinal, de tal forma que hace efecto directamente sobre el sistema nervioso central, consiguiendo respuestas muy favorables con mucha menos necesidad de dosis de medicación que cuando se da por vía oral. Esta técnica se utiliza desde hace muchos años con éxito en niños con parálisis cerebral espástica grave y contribuye de forma clara a mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Como parte negativa conviene destacar que son precisas visitas rutinarias periódicas al hospital para recargar la bomba con la medicación, y que pueden existir complicaciones en relación con el implante de la bomba, dado que muchas veces son niños de bajo peso y con poco panículo adiposo, por lo que la bomba puede acabar ulcerando la piel, siendo necesaria la retirada del sistema.

Entre las técnicas ablativas para el tratamiento de la espasticidad destaca la rizotomía dorsal selectiva. Consiste en la sección de parte de las raíces nerviosas sensitivas que vienen de las piernas antes de su entrada en la médula espinal, de tal forma que se consigue disminuir la hiperexcitabilidad de los nervios implicados con mejoría de la espasticidad. Se puede usar en niños con parálisis cerebral u otros síndromes hereditarios con diplejia espástica de leve a moderada que son capaces de caminar, aunque con dificultad, para mejorar la marcha y la función motora. También se puede utilizar en pacientes con espasticidad grave como medida paliativa para mejorar el confort y los cuidados diarios, así como el dolor secundario a contracturas inveteradas y a las deformidades ortopédicas que suelen estar presentes. La rizotomía dorsal selectiva es un procedimiento que se puede realizar con técnicas mínimamente invasivas que facilitan la recuperación en el postoperatorio, aunque a veces se realiza en combinación con cirugía de escoliosis. Si bien es necesaria una buena selección de pacientes y un manejo en equipo entre neuropediatras, traumatólogos infantiles, médicos rehabilitadores y fisioterapeutas, y neurocirujanos, los resultados quirúrgicos suelen ser favorables con pocas complicaciones.

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